Lleno el mundo de mis fantasías, de mis metáforas, comparaciones... No me gusta ver la realidad tal y como es pues me parece demasiado fría. No me gusta ver a las personas como un conjunto, me gusta ver su individualidad, sus características, sus deseos, su luz, sus defectos, sus patrones... Me gusta crear un mundo desde mi perspectiva, un mundo como el que crean en algunas películas, en las que no paran de asaltar flashbacks y aclaraciones humorísticas. Cuando haces esto, puedes llegar a relacionar cosas que en principio no tienen ninguna relación. Hoy mi imaginación ha volado al mundo animal. En concreto al mundo de los insectos, esos seres tan pequeños y a veces tan odiados pero que son tan necesarios para nosotros y para nuestro mundo.
Cada persona, es un ser completamente diferente. Todos tenemos nuestras peculiaridades... Los insectos son los animales más abundantes del planeta y en sus características podemos ver una conexión con los distintos perfiles de los cuales nos rodeamos.
Cuando salimos a la calle nos podemos encontrar con una mariposa... con su belleza, su dulzura; ese suave volar y colores llamativos. Esa delicadeza que hace que con sólo rozar sus alas no puedan volver a volar. Esas personas que son tan bellas tanto en el exterior como en el interior que te gustaría coleccionarlas para poder estar con ellas siempre que quieras. Pero también nos podemos encontrar con algún mosquito, o tabano en casos muy exagerados, que intentarán chuparte la sangre hasta que quedarse completamente saciados. Revolotean camuflándose en los marcos de las puertas esperando a que te duermas para atacar... Te zumban en el oído cortando tus sueños...
Otros días, sales a la calle y te encuentras con la hormiga. La pequeña y fuerte trabajadora. Son capaces de soportar cincuenta veces su peso y levantar treinta veces su volumen... Como esas personas que a pesar de no poder con sus propios problemas siguen y consiguen levantar a personas con problemas mucho más grandes. Cooperativas, fieles, valientes, escurridizas... Pero cuidado, en cualquier esquina te puedes encontrar con una gran tela de araña... Colocada estratégicamente para que los bichos que por allí pasen se queden enredados en ella y así luego, después de una larga lucha, poder comérselos. Personas que pasan mucho tiempo tejiendo su trampa, con mucha dedicación, esfuerzo y con una intención muy clara.
¿Y qué me decís de las personas que consiguen superar todo lo que las vida les deje en su curso?. Yo muchas veces me he preguntado como algunas personas pueden seguir con una sonrisa en la boca después de todo lo que les ha pasado... Pues bien, éstas son los grillos. Son capaces de saltar hasta 500 veces su altura, algo impresionante. Sin embargo sólo llaman la atención por el pequeño sonido que emiten...sólo cuando cae la noche. También podemos ver caracoles, los que se cubren bajo un caparazón con el fin de que nada ni nadie les dañe... Es curioso, que podemos encontrar caparazones intactos hoy en día de hace miles de años, y lo que les falta, la vida, es algo que siempre les faltó. Miedo que te oculta tras duras paredes.
Uno de los insectos más comunes son las polillas... Moviendose en la búsqueda de luz, intentando alcanzarla sin darse cuenta del cristal que les separa de ella. Piensan que todos sus problemas se solucionarían si pudiesen cruzar ese cristal y por ello se golpean, una y otra vez... Hasta el día en el que, si tienen suerte, miran a su alrededor y ven que lo de fuera no esta tan mal, quizás esté mejor incluso.
Podríamos seguir así con los miles de bichos que existen...
Todos pasamos por distintas etapas en nuestra vida... Todos somos un insecto diferente dependiendo de en qué momento nos encontremos hasta que al final, encontramos el que realmente queremos ser. ¿ Y tú, con cuál te identificas?.