Pisando
arenas movedizas. Así nos encontramos todos en todo momento. Nunca vamos a
poder pisar en un lugar completamente firme en el que estemos fuera del peligro
de hundirnos… Debemos pensar en la posibilidad de un traspié, un resbalón o
incluso una caída considerable que nos hunda casi por completo. Podemos tener
la sensación de estar caminando seguros sobre suelo firme pero la realidad es
que en la vida, este suelo es transparente, y aunque a veces nos de seguridad
en nuestro caminar en cualquier momento puede sumergir nuestro pie y
desequilibrarlo, sin embargo, nunca lo podremos ver o prevenir por su
transparencia. Esa incertidumbre nos llena de miedos, sin embargo, no es tan
importante como sea el camino, sino si cerca del camino tenemos piedras a las
cuales sujetarnos. Estas piedras pueden estar formadas de muchas cosas… unas
serán más grandes, otras más puntiagudas, unas indestructibles y otras
resbaladizas; muchas de ellas tendrán la misma cualidad que el suelo: no las
veremos hasta el momento en el cual tengamos que recurrir a ellas. Pero, ¿qué
son estas piedras?. Se forman desde nosotros siempre: unas veces a partir de
nuestras propias cualidades y otras veces a partir de las cualidades que los
otros comparten con nosotros en nuestra interacción. Cada uno de nosotros,
creamos esas piedras. Unas serán el resultado de forjar seguridad en nosotros
mismos, otras serás piedras de paciencia, piedras de amigos, piedras de familia…
Nunca un caso será igual a otro, lo realmente importante es trabajar duramente
en su construcción y a veces, ser nosotros piedras también de forma que otros
se puedan apoyar en nuestra firmeza.
Hola Julia,
ResponderEliminarEspero que te guste el regalo que te he dejado en mi blog http://tastetsdebruixa.wordpress.com/
La idea es dar a conocer tu blog (que a mi me encanta)entre más lectores.
Muuuchos besos
Núria
Gracias por el detalle Núria :) soy una afortunada!
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