Me niego a poner nombres a los sentimientos.
No quiero poner precio, fecha de caducidad,ni sabores a los besos, ni color a los momentos negros.
Es mejor dejarlos pasar.

09 febrero 2012

Yesterday

Me gustaría parar el reloj, volviendo sus manecillas a la posición inicial, marcando la hora del tiempo que nunca ha pasado pero que creímos rebasar. Olvidemos la fecha y el lugar, el sonido de los coches al pasar y esa sensación de estar atrapados siempre en el mismo sitio. Quememos los recuerdos de lo que hicimos, los propositos de lo que quisimos hacer y los sueños que nunca haremos.
Un bombardeo que resuena y vibra en mi cabeza. Sensación del tiempo que corre aprisa, sin detenerse, dictado por el monótono compás del rígido segundero. Perdemos el aire intentando respirar entre el contaminado humo negro que nos rodea... Pasos que no se dirigen a ninguna parte, moviendose sin parar, siguiendo un camino difuso del cual nadie sabe cuál es el final. Almas que se aferran a lo que creen ser y nunca fueron, que siguen girando con o sin voluntad pegadas al imparable rodar de esas manecillas. No se puede vivir completamente a oscuras, perdidos en el miedo a la incomprensión y la incertidumbre que la vida nos ofrece.
Enciéndelo tú, no permitas que consuma tu cabeza, no te sientas solo en este mundo en el que todos somos tan iguales y tan distintos. Avanza aceptando los brazos que te tiendan la mano e ignorando los que no lo hagan, y recorre la vida que no deja de girar con la gente que enciende la luz cuando vas a pasar.

03 febrero 2012

Sonríe, vive, sueña.


Me levanto con el cuerpo varios centímetros separado del suelo. La fuerza gravitatoria no existe cuando tus pensamientos te elevan arrastrándote entre torbellinos de sensaciones que la vida fabrica difuminando brillantes colores que animan a recorrer el mundo con los todos los sentidos al unísono.
No necesito buscar la felicidad, pues ella me encuentra cada mañana con su elegante y sutíl forma de presentar los acontecimientos. En cada persona, cada duda, cada encuentro inesperado... Todo está preparado para conseguir sacarme una sonrisa. Inútil la búsqueda de aquellos que intentan rastrearla como algo concreto sin darse cuenta de que cada instante ella nos fuerza a encontrarla. Viven pensando que ésta es algo definido hasta el día que se encuentran con que esto no es así.
Cada persona la puede encontrar en muy distintas actividades, formas y colores. Es como un fuerte impulso que te levanta y hace que los ojos brillen de una forma expectacular y, cuando lo alcanzas, al ser capaz de sentir este sentimiento aunque los protagonistas sean otros, habremos alcanzado el mayor grado, la cima. El impulso único y personal que hará que el mundo gire tal y como queremos, a la velocidad perfecta, en el sentido correcto y bajo una alta comodidad.
No es difícil buscar un lado positivo a todo lo que pasa si abres tu mente, si cambias el oír por el escuchar, el tocar por el sentir, el ver por observar, el catar por saborear y el oler por exhalar. Simplifica los problemas engrandeciendo el eco de la sencillez para lograr disfrutar la complejidad de lo que nos rodea. Siéntete insignificante pero importante a la vez y dibuja con un fino pincel las líneas del camino que deseas seguir,eso sí, sin soltar la goma de borrar que puede dar el giro que en algún momento todos necesitamos.
Sonríe, vive, sueña.