Me niego a poner nombres a los sentimientos.
No quiero poner precio, fecha de caducidad,ni sabores a los besos, ni color a los momentos negros.
Es mejor dejarlos pasar.
31 octubre 2011
Mi Lenguaje Universal
Dicen que hay tres Lenguajes Universales. Tres lenguajes que independientemente de tu lugar de procedencia, ideología, cultura o color de pintauñas que te guste son comunes y comprensibles para todos. Estos, serían las matemáticas, el amor y la música.
De ellos, el más sencillo puesto que no requiere implicación personal, serían las matemáticas. El más complicado puede que el amor, aunque para mi el amor se engloba en la música. Música de esa que se toca a oído, sin pentagrama, improvisando cada movimiento que las manos puedan hacer. Música de jazz o de blues quizás... Pero, ¿qué es la música? ¿Qué nos aporta para que muchos de nosotros le demos tanta importancia y nos perdamos en sus compases y escalas?. Para mi es un bello lenguaje, ese que nos habla de las cosas misteriosas de la vida, las que son como chispazos, destellos o sonrisas. Podemos buscar la música bajo los parpados, en un rincón cerca del lugar en el que habitan los sueños... entre el corazón y la garganta, emitiendo vibraciones a cada paso que la vida te hace dar. La Música aprovecha cualquier instante sin ruído, cualquier instante de silencio para ponerse a bailar, ya que se muere de ganas de poder salir a brillar. Déjala vivir. Vive con ella...
Personalmente no puedo recordar ni un sólo momento de mi vida en el que no haya música de fondo. La música fabrica los momentos y situaciones de mi vida. Es lo que compone los pensamientos, las preguntas, las conversaciones... Incluso las nubes están hechas de música. A veces me pregunto si será también esa música aquello a lo que llaman felicidad, y por eso cada uno de nosotros encontramos la felicidad en melodías tan diferentes. Puedo encontrar esa felicidad o música en diferentes palabras, en los ojos de la gente, en sonrisas discretas, en un amanecer en una playa de Vigo, en el mar y su inmensidad, en cada golpe de alas de una blanca mariposa, en un paseo un domingo por la mañana en mi perturbada y demente ciudad... Puedo encontrarla cuando respiro, cuando me quedo dormida, cuando odio, cuando amo, cuando estoy contenta o triste. No desaparece, siempre me acompaña. Por esto, os animo a buscar vuestra música y escucharla. Es muy fácil, sale directamente del corazón... Aunque se encuentre inundado de tanta lluvia no pareis de bailar al son de ésta.
En cada paso que doy siempre intento pensar que en mi día a día, el bailar no es sólo mover mis pies y mis manos; es sentir cada nota de esa música rozando cada parte de mi cuerpo, sentir que te invade por completo, que me llena, que me complementa...
¿Y qué es lo que llaman vida sino un pentagrama en blanco al cual las personas llaman destino?. Eres tú quien tiene que escribir poco a poco los acordes que compondrán tu vida, que formarán historias que otros o tú mismo tararearás en el siguiente movimiento que siga a la etapa actual de tu vida. Tú tienes la única batuta que puede decidir en qué desembocarán los pasos que des, serás el genio de la sinfonía de tu éxito en ese duro pero reconfortante escenario que es la vida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario